Los puertos USB de la Raspberry inicial no eran capaces de suministran toda la energía demanda, por varios dispoitivos conectados y precisaba de un HUB-USB autoalimentado, aún más si hablamos de discos duros externos pequeños, de 2.5 pulgadas.
En la última versión Raspberry Pi B+ incorpora una interfaz USB mejorada, con cuatro puertos y un mayor soporte de energía, permitiendo la conexión de dispositivos USB sin necesidad de HUB. No obstante, el sistema operativo trae por defecto limitada la corriente en los puertos a 600 miliamperios.
Esta mejora nos permitiría conectar un disco externo, de forma directa y fácil, sin elementos intermedios. Ahora es necesario alimentar a nuestra tarjeta con una fuente de calidad de 5V/2A. De todas forma los discos externos pequeños más antiguos, puedan consumir más y no funcionar correctamente, o requerir el típico cable USB en "Y" de datos y alimentación. Los más eficientes son las nuevas unidades USB 3.0.
Con los disco externos grandes, de 3.5 pulgadas, no tendremos problemas puesto que estas unidades emplean su propia fuente de alimentación, y siempre podremos usarla con nuestra RPi, aunque por contra sea mucho más voluminosa.
Para proceder a desbloquear el límite de corriente y que así pueda entregar el máximo de 1.2A, es necesario editar unas lineas en el fichero de configuración config.txt. Para ello, tecleamos en la consola de RPi lo siguiente:
sudo nano /boot/config.txt
#USB Power limit up to 1.2A
max_usb_current=1
safe_mode_gpio=4
Una vez introducidas, salimos del editor (CTRL+X) y tecleamos"S" más ENTER, para finalmente salvar los cambios. A continuación reiniciamos la tarjeta con el comando:
sudo reboot
Llegados a este punto ya podemos conectar nuestro disco externo para hacer uso del mismo, como por ejemplo, en un posible servidor domestico.